lunes

CALLES FLACAS

Amaneció de noche
y las calles volvieron con retraso
del trasiego nocturno.

Lisboa era un gemido lacerante
-el exacto sonido del dolor-
sobre el bocado de la lluvia amarga.

Alguien dibuja un esqueleto y llora
sobre los adoquines de Nicola.

Rossio siempre huele a fado,
es un lamento enlutecido y triste,
una voz derrotada en mi garganta.

La memoria del agua -2008

1 comentario:

Ana dijo...

Me encanta la farola reflejada enel charco...