A Luis Guerrero, poeta irreductible.
Malvive en el falso techo de los mapas,
no precisa de torpes brújulas
ni de astrolabios que determinen posiciones,
siempre mira al sur.
Allá donde la cal aún dignifica el paisaje
y el sonido del viento sabe a roja madretierra,
allá, al sur del sur,
la mar aún no es una frontera salada
sino el lugar donde la piedra pierde la soledad.
Malvive les decía,
pues a veces su pecho mitiga el sonido
de un latido metálico y la boca pierde el verbo,
los pies el tacto de la tierra,
y todo es una promesa de que la gota de tinta
que su frente derrama, esconde un gran desconcierto.
Luego cuando la noche desviste al sol
retorna al falso techo, expulsa el desconcierto,
diluye las tormentas, la tierra vuelve a ser amable,
el viento un atrezzo más de su traje de poeta
y todo lo sucedido es mera anécdota
que parece no haber ocurrido jamás.
Malvive –insisto- en el reverso del folio
en el que le escribo estas letras,
es otro pasajero inadvertido de la lluvia
un peatón clandestino que no desea ser mirado
pues tan sólo precisa de la palabra para ser oído.
Malvive –finalizo-
en la parte mínima de las cosas sencillas.
Toño Jerez 03/06/09
No hay comentarios:
Publicar un comentario