jueves

LISBOA

Lisboa es un crisol de luces,
empedrados caminos de miradas y asombros.

Dicta Rossio el latido de la ciudad
caminando sus venas a Praça do Comercio.

Avenida da Liberdade suplica sosiego
a sus hijos, enardecidos cabalgadores del asfalto.

Lisboa es un fragmento de vida
desvestidos paisajes hambrientos de luz.

Se mezcla el jazz del café Nicola
con el alma, las risas y el ron.

La mira el Castillo San Jorge,
vigía y faro de sueños y besos.

Lisboa es un palpitar de tranvías,
una senda de metal y mar enloquecida.

No duerme, permanece insomne,
absorta en el quejido de su canto.

La enlutada voz que no deja dormir la noche
recorre sus aceras como un susurro cálido y triste.

Lisboa es un fado recostado en el Tajo
que besa un atlántico bravo y salado.
LA MEMORIA DEL AGUA - 2008

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